domingo, 13 de mayo de 2012

Tecnoautobiografía




Cuando se propuso esta actividad pensé que iba a tener una gran dificultad a la hora de realizarla por no haber tenido demasiado contacto con la tecnología durante mi infancia y adolescencia, pero después de hacer esta presentación en Popplet me he dado cuenta de que estaba equivocada y me ha servido para recordar todos aquellos aparatos que en su día jugaron un papel muy importante y hoy día apenas recordamos y mucho menos (salvo excepciones) utilizamos.


Haciendo un repaso por mi infancia recuerdo que en casa tenemos tres televisores a color de tubo: Una en la cocina, otra en la salita de estar y la tercera en el salón. En este último también estaba un reproductor y grabador de VHS donde pasaba horas viendo las películas de mis personajes animados preferidos. Creo que fue aquí donde comenzó mi afición por el cine.

También recuerdo que mi padre tenía una cámara de fotos con carrete cuyo aspecto se parecía bastante a las actuales Reflex. Se trataba de una cámara que raras veces me solía dejar por miedo a que la rompiese de modo que poco a poco fui desarrollando un respeto por todo tipo de aparato electrónico.



En cuanto a la tecnología para escuchar música puedo destacar tres elementos:
-   Cadena de música que reproducía vinilo y cassete,
-   Cadena de música que reproducía cassete y cds.
-   Reproductor portátil de cds.

Algunos de las regalos de la comunión que me hicieron especial ilusión fueron:  mi primer videoconsola portátil: una Game Boy Color y una videoconsola de mesa: Play Station 1, a la que pronto olvidé ya que al poco tiempo salió al mercado la Play Station 2 provocando que cesara la producción de  nuevos juegos para la primera.


Sin embargo, los aparatos de los que mejor recuerdo tengo de mi infancia son dos objetos que no tenía en mi casa, sino en casa de mis abuelos y en el colegio. En la primera, había una vieja máquina de escribir que no funcionaba pero con la que me encantaba jugar a pesar de ello. Por esta razón, mi abuelo decidió llevarla a arreglar y me la regaló; pero a partir de entonces había perdido su “encanto” y ya no la utilizaba con la misma motivación. Pero fue también aquí donde comencé a escribir pequeños cuentos inventados.
En el colegio, tuve mi primer contacto con los ordenadores en el aula de informática. Las profesoras nos llevaban a la misma, una vez a la semana, como premio si acabábamos los deberes a tiempo. Estos ordenadores tenían la versión de Windows 98 y lo que hacíamos con ellos era jugar a unos juegos grabados en un disquete que aún conservo en el cual pone: Carla,  3º y 4º Primaria; Simpsons y Super Mario.




Al poco tiempo de empezar la Educación Secundaria, en mi adolescencia, me regalaron mi primer ordenador de plasma con Windows XP porque sobre esa época los profesores comenzaban a exigir los trabajos a ordenador. Hoy en día es algo que ya no nos planteamos pero en aquella época muchos alumnos se quejaban de esa nueva demanda. Éste fue dispuesto en el salón a pesar de que aún no disponía de Internet, por lo que mi uso se basaba fundamentalmente en el procesador de textos y en un programa que instalé: Corel Draw debido a que una optativa del último curso de ESO (Diseño Gráfico) se basaba en dicho programa. Junto con el ordenador adquirí mi primera impresora a color.











Aunque parezca extraño, nunca tuve un MP3 ya que cuando me interesé por ellos comenzaban a salir al mercado los nuevos MP4, y fue uno de estos últimos el que tuve y aún mantengo: Blussens 1027 de 2 GB.

Un gran hito en esas edades era convencer a los padres de que al fin y al cabo tener un teléfono móvil no era una mala idea. En mi caso no tuve mucho problema y sobre los catorce años me compraron mi primer móvil: un Siemens C65; pero que no resultó muy “bueno” ya que la batería se descargaba en poco tiempo; por lo que después de él vinieron otros como un LG KG376 y un Sony Ericsson W595.




Coincidiendo con el cambio de casa, llegó nueva tecnología a mi hogar: tres nuevos televisores de plasma, una cámara de fotos digital Olympus y sobre todo, el mismo ordenador pero que para mí fue otro bien distinto por su nueva función: Conexión a Internet.






Finalmente, en los últimos tres años de esta etapa universitaria he ido adquiriendo nuevos aparatos tecnológicos como son los siguientes: un nuevo móvil (LG Chocolate), una televisión para mi habitación (Sharp Aquos), una Minicadena Panasonic y distintas memorias USB que aumentan su capacidad con respecto a las anteriores.






Pero si tuviera que destacar algo de esta etapa, sería la adquisición de mi primer ordenador portátil Toshiba, que no es simplemente un aparato electrónico sino que es un material que ha facilitado mi aprendizaje durante estos tres años y que ha abierto nuevas puertas en mi PLE. Junto a él, compré una impresora con conexión WI-FI que me permite imprimir todo tipo de documentos desde cualquier rincón de la casa.













En conclusión, puedo decir que la tecnología ha jugado un papel muy importante a lo largo de toda mi vida: al principio siempre estuvo de telón de fondo y quizás por esa razón parecía haber olvidado todo lo que supuso; pero en la actualidad ha ocupado un lugar central y protagonista de nuestra vida. Disponemos de todo tipo de herramientas para acceder a la información y debemos sacarles el máximo partido. Es cierto que muchas de ellas desaparecerán y descubriremos otras nuevas, a las que nos tendremos que adaptar para vivir en esta sociedad tecnológica en la que estamos inmersos; y en nuestro caso como futuros docentes, tendremos que aprovechar todas sus posibilidades educativas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario